Los propietarios de los barcos de recreo saben que entre el material de seguridad, hay que disponer a bordo de diversos elementos pirotécnicos que se utilizarán cuando haya una situación de peligro. Depende de la zona de navegación, el número de éstos variará. Se componen de bengalas de mano y de bengalas con paracaídas, más conocidos como cohetes con paracaídas.

Si navegamos cerca de la costa, el número de elementos de pirotecnia se reduce, puesto que se supone que si estamos en peligro será más fácil que puedan vernos desde las embarcaciones cercanas, e incluso desde tierra.

Actualmente, y según la zona de navegación, el número de bengalas y de cohetes puede ser desde tres bengalas en la zona 5 (cinco millas de la costa) hasta seis bengalas y seis cohetes en la zona 1 (ilimitada).

Aquí se plantean dos problemas. Uno sería conocer el correcto manejo de las bengalas y cohetes y el otro sería cómo deshacerse de ellos cuando han caducado. En cuanto al primero, podría afirmar sin equivocarme demasiado, que el noventa y nueve por ciento de los tripulantes de las embarcaciones de recreo no saben utilizarlos, lo cual es un peligro puesto que estamos manejando material altamente inflamable. Se puede decir, en descargo de este desconocimiento, que las instrucciones de manejo de todos ellos suelen estar perfectamente indicadas en el propio envase.

Conviene recordar, por si a alguien se le ha encendido la luz de alarma, que lo primordial es protegerse las manos, a ser posible con guantes de seguridad. Si no disponemos de ellos, cosa frecuente, podríamos cubrirnos la mano con un trapo húmedo para evitar quemaduras. Hay que tener en cuenta que mientras la bengala está encendida se producen chispas y éstas pueden caernos en la piel. Se aconseja tener la bengala ligeramente inclinada para que las chispas nos produzcan los menores problemas posibles y además tener el brazo extendido hacia sotavento para que la llama no venga hacia nosotros. La bengala dura, teóricamente, un minuto encendida.

El cohete con paracaídas es más peligroso porque no deja de ser un proyectil que va a salir disparado a gran velocidad hacia las alturas. Llegará a unos trescientos metros aproximadamente, y en ese momento comenzará a caer lentamente durante unos cuarenta segundos. Está pensado que para cuando llegue a la superficie del mar, se haya apagado. Por ello y porque estamos próximos a Nochevieja, nunca debe de lanzarse una bengala de éstas en tierra. Hace años ocurrió un incendio muy grave en un edificio debido a que una bengala cayó sobre el tejado y ardió entero.

Debemos tener cuidado con la jarcia del barco, si éste es de vela, y con otros salientes como tejadillos que pueda tener alguna cubierta más alta que la principal del barco. Nunca debemos lanzar un cohete si tenemos una aeronave próxima por un motivo lógico.

Cuando se está en peligro y se decide utilizar el material pirotécnico, primero debe lanzarse una bengala con paracaídas para que me puedan divisar desde más allá del horizonte visible. Después podremos utilizar las bengalas de mano, si observamos barcos o aeronaves en nuestro campo visual. Aunque no forma parte de la pirotecnia, también podremos activar una señal fumígena flotante de color naranja, que también hay que llevar en algunas zonas.

En cuanto a cómo deshacerse del material pirotécnico, el mejor consejo es preguntar en las tiendas de náutica. Hoy en día, la mayoría de éstas recogen el material caducado previo pago de una cantidad. Nunca se deben tirar las bengalas ni los cohetes a los contenedores de basura porque se han producido accidentes e incendios. Tampoco se deben activar en Nochevieja o sin permiso de las autoridades marítimas porque está prohibido y podemos generar una alarma falsa.